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Caifanes: a 34 años de su primer rugido

Caifanes: a 34 años de su primer rugido
13 Ene 2022

Caifanes: a 34 años de su primer rugido

Legendaria formación mexicana, considerada como uno de los conjuntos imprescindibles en la historia del rock mexicano.
En su extenso desarrollo artístico ha ofrecido sonidos del rock gótico, post-punk, new wave y elementos de la música popular tales como arreglos de marimba, jaranas y mariachi; pasando por ritmos indígenas hasta llegar a coquetear incluso con la cumbia y los boleros en diversas expresiones líricas con tonos y enfoques oscuros, densos, poéticos, crípticos y metafóricos.
Su incidencia comercial y artística logró expandirse dentro de su inmensa influencia en el universo del rock nacional, marcando las pautas a seguir para muchas de las bandas surgidas posteriormente dentro del terriotorio mexicano.

La capacidad lírica y compositiva de su frontman, el guitarrista Saúl Hernández (nacido el 15 de enero de 1964 en la Ciudad de México), la óptima funcionalidad rítmica del bajista Sabo Romo (nacido el 12 de marzo de 1959 en la Ciudad de México), el excepcional tecladista y saxofonista Diego Herrera (nacido el 21 de mayo de 1960 en la Ciudad de México), la fascinante guitarra latinoamericana de Alejandro Marcovich (nacido el 3 de junio de 1960 en Buenos Aires, Argentina) y la inigualable batería de Alfonso André (nacido el 22 de agosto de 1962 en la Ciudad de México) han transformado a Caifanes en una auténtica institución musical que ha plagado de gloria a diversos momentos en la historia del rock nacional.

Cuenta la leyenda que en 1984 el estudiante argentino de cine, Carlos Marcovich se encontraba preparando una fiesta con la cual recaudaría dinero para su tesis y posterior titulación; solicitando la ayuda de su hermano Alejandro para armar una banda que tocaría en la misma.
Fue entonces cuando Alejandro contactó a Saúl Hernández, poeta y entonces bajista conocido suyo que ya formaba parte de una agrupación llamada Frac y quien inicialmente no aceptó.
Además de él, invitó también a Alfonso André, un bateria amigo de su hermano quien de inmediato se entusiasmo y decidió participar, prestando incluso su casa para iniciar los ensayos. Dos días antes de la fiesta Saúl también confirmó su participación en la tocada.

Caifanes: a 34 años de su primer rugido
Caifanes: a 34 años de su primer rugido

Tal asociacion les llevo a formar un trío llamado Las Insólitas Imágenes de Aurora; nombre derivado de un cuento escrito por Saúl que, insospechadamente, sería el preámbulo para la fundación de una de las agrupaciones más trascendentes en la historia del rock mexicano.


Tras la llegada de otros integrantes, la colaboración con cantantes y grupos pop, los inconvenientes económicos para adquirir instrumentos, la preferencia definitiva de Saúl por la guitarra, así como las primeras diferencias entre éste último y Alejandro, el grupo acabó disolviéndose durante 1985.


Disuelta la banda; con Saúl recluído en casa pensando en un nuevo proyecto, sucedió el encuentro entre éste y el tecladista Diego Herrera; situación promovida por un amigo en común que daría forma a Caifanes; término tomado de la palabra urbana "caifán" que hace referencia a una persona inconforme que se resiste al engaño y a las compensaciones materiales, buscando su recompensa dentro del alma.

En enero de 1987 y tras la llegada de Sabo Romo y Juan Carlos Novelo, entonces bajista y batería de Memo Briseño respectivamente, la alineación inicial de la agrupación quedó conformada.
Solo cuatro meses después, Los Caifanes se presentaron por primera vez en directo ante el público en el foro musical Rockotitlán y en donde Novelo se ausentó, siendo sustituido por Jorge Arce de Ritmo Peligroso. La presentación fue un éxito, con público que debió quedarse fuera del recinto debido a la enorme expectación generada alrededor del evento.


Ante la dificultad de Novelo para cumplir con la entrega que el grupo exigía, decidió abandonarlo tras la segunda presentación y Alfonso André regresó.
La banda se transformó en quinteto cuando Diego Herrera propuso el ingreso del guitarra Santiago Ojeda, quien al poco tiempo renunció para fundar el grupo La Gran Vía; quedando Caifanes finalmente como un cuarteto conformado por Saúl, Diego, Sabo y Alfonso; quienes concibieron la idea de producir un disco independiente; idea mermada debido a la escasez económica lo cual dio origen en 1988 a un demo que incluía los tracks "Mátenme porque me muero", mismo que también funcionaba como un reflejo de los dolorosos sentimientos del líder del grupo tras el fallecimiento de su madre, "Nada", "Será por eso" y "Amanece"; mismas que luego formarían parte de su primer LP y de entre las cuáles destacaría la primera, que sería programada en la extinta emisora Espacio 59.


Su primer, y nada agradable, contacto con una discrográfica sucedió en la sucursal mexicana de CBS, en donde después de ver su aspecto gótico y escuchar la demo de "Será por qué" el director general literalmente los echó a patadas argumentando que "En CBS, nuestro negocio es vender discos, no ataudes... además, parecen putos".
Pero la primera gran oportunidad llegaría cuando Ariola decidió convocar a Caifanes y Neón a abrir el concierto de Miguel Mateos en el hoy desaparecido Hotel de México el 31 de octubre de 1987.
Entre los asistentes, se encontraba Gerardo "Cachorro" López, conocido productor argentino de figuras como Los Abuelos de la Nada, Andrés Calamaro y el mismo Miguel Mateos, quien quedó inmediatamente prendado por el potencial comercial y artístico del conjunto que aceptó firmar con RCA Ariola solo a cambio de que la disquera firmara también a un grupo de "extraños" bautizados como La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio.




Caifanes: a 34 años de su primer rugido
Caifanes: a 34 años de su primer rugido


La publicación de su primer LP, "Caifanes/Volúmen I" (1988), con estética y sonidos a lo "The Cure", producido por "Cachorro" López y precedido por un exitoso EP de tres canciones; incluyó, además de los cuatro temas que conformaron su demo, una participación especial del legendario Gustavo Cerati al mando de las guitarras en el track "La bestia humana"; y un puñado de cortes como "Te estoy mirando", "La negra tomasa", la excepcional "Viento" y la enérgica "Perdí mi ojo de venado"; que marcarían la ruta musical a seguir durante los años venideros.
Ante la enorme acogida de su primer disco, la banda se dispuso a lanzar el maxi-single "La Negra Tomasa"; mismo que incluía tres versiones de la famosa canción cubana y el track "Perdí mi ojo de venado" como cara b.


El verano de 1989 fue inolvidable, teniendo a Maldita Vecindad y Fobia como teloneros, el grupo de Saúl Hernández y compañía se transformó en la primera banda de rock mexicano en llenar durante dos días consecutivos el Auditorio Nacional.
Ese mismo año y tras un encuentro entre Saúl Hernández y Alejandro Marcovich, antiguo guitarrista de Las Insólitas Imágenes de Aurora, durante una presentación de Caifanes; el segundo se unió a la banda, dándole una nueva dimensión a su sonido.


Ya con el virtuoso Marcovich en la guitarra y transformados en un nuevo fenómeno del rock mexicano, el quintento se encerró en los Electric Lady Studios de New York para grabar su segunda placa "Volúmen II/El Diablito" (1990).
Producido por Óscar López en colaboración con Cachorro López, Daniel Freiberg y el talentoso Gustavo Santaloalla; el segundo disco del grupo contenía apreciables temas como "Detrás de ti", "Antes de que nos olviden" (himno de aliento hacia la protesta social por la matanza de Tlatelolco), "Los dioses ocultos", así como la emblemática "La célula que explota", pieza enmarcada por la excepcional guitarra de Alejandro Marcovich transformada en un auténtico himno rock que retrata el miedo de emprender un camino nuevo en la búsqueda de cumplir un sueño y cuyo éxito colocó a Caifanes como la nueva revelación de la escena mainstream en América Latina.


Tras girar durante 1990 con las bandas más importantes de la época y colaborar en el majestuoso Palacio de los Deportes con lo argentinos Soda Stereo a inicios de 1991, Caifanes se pusieron bajo las órdenes de Adrian Belew para grabar en Wisconsin su tercer álbum titulado "El Silencio" (1992). Magistral disco, primero de la agrupación en superar el millón de copias vendidas, que fusionaba rock alternativo con música tradicional mexicana y latina para dar como resultado el trabajo más sólido, significativo, influyente y valorado en la carrera de la banda.
Y es que pese a existir ya un ambiente en el que sus integrantes se alejaban cada vez más unos de los otros, el quintento consiguió consolidarse con un sonido muy propio junto a un pletórico Saúl Hernández, quien confirmó su excepcional talento compositivo en un estupendo material discográfico que contenía gemas como "Nos vamos juntos", "Para que no digas que no pienso en ti", "Nubes", "Miércoles de ceniza", "Vamos a hacer un silencio", "Hasta morir", "Piedra", "Mariquita" o "No dejes que..."; una excepcional pieza maestra del rock latino; cuyos trazos y riffs salidos de la inconfundible guitarra de Alejandro Marcovich, marcarían a toda una generación.


Con llenos totales en el Hollywood Palladium de Los Ángeles y El Palacio de los Deportes en abril de 1993; una invitación para ser teloneros de los mismísimos The Cure, que la banda no aceptó, así como un éxito arrollador a lo largo y ancho de América Latina; Caifanes parecía un grupo cada vez más solido. Pero los conflictos internos se encargaron de desmentirlo y Sabo Romo decidió marcharse para unirse a las filas de Aleks Syntek y la Gente Normal.
Por si las noticias negativas no fueran pocas, Diego Herrera también se retiró ese mismo año al concluir la gira.


Reducidos a trío y mermados por la desazón generada ante las salidas de dos de su integrantes, la banda se dispuso a meterse de nuevo en el estudio de grabación para dar forma, junto al productor Greg Ladanyi, al que sería su último y más comercial producción discográfica "El Nervio del Volcán" (1994); placa que volvió a superar el millón de copias vendidas e incluía entre su tracklist extraordinarias canciones como la introspectiva "Ayer me dijo un ave", las potentes y guitarreras "Aquí no es así" (con reclamo directo hacia la conquista española), "Aviéntame" y "Afuera"; corte publicado en mayo de 1994, con letra que criticaba directamente al sistema capitalista y enorme proyección internacional que puso a la banda en los reflectores al grado de abrir una serie de conciertos de The Rolling Stones en la Ciudad de México, así como a ser invitados a participar en el festival WOMAD de Peter Gabriel, dándose el lujo incluso de rechazar formar parte del festival Woodstock 94.


Las desavenencias entre Sául Hernández y Alejandro Marcovich se hicieron cada vez más notables; no obstante el tiempo alcanzó para que Caifanes se transformara en la primera agrupación latina en grabar un Unplugged para la famosa cadena de videos MTV; colaboración que dejó en evidencia la creciente popularidad de la banda y al mismo tiempo, se convirtió en documento histórico de un trío en pleno proceso de desintegración.

Un comunicado de prensa emitido por Saúl el 31 de marzo de 1995 en las instalaciones del Centro de Convenciones del Hotel María Dolores de San Luis Potosí, dejó en claro las intenciones que el líder del grupo tenía de abandonarlo.
Tras la confusión de los fanáticos, así como una serie de rumores y desmentidos; el viernes 18 de agosto de ese mismo año Caifanes se presentó en la ciudad potosina y entre un ambiente de gran tensión, anunciaron su separación definitiva.


Después del inevitable adiós, Saúl y Alfonso André formaron Jaguares; Sabo inició una carrera en solitario, Alejandro se enfocó en la producción musical y presentó un EP como solista; mientras que Diego Herrera se convirtió en director artístico de BMG Ariola.

Años más tarde Saúl y Alejandro "limaron asperezas" y reunieron a la banda en el festival Vive Latino de 2011. Sin embargo, y cuando todo parecía ser miel sobre hojuelas, el grupo lanzó un comunicado en su website, el 22 de marzo de 2014, que anunciaba una reestructuración y dejaba definitivamente fuera del proyecto a Marcovich quien, lastimado, lanzó su autobiografía a finales de 2015 en donde plasmaba su resentimiento hacia el grupo que en 2019, lanzó su primer single en 25 años titulado "Heridos"; mismo que pese a intentar mantener la esencia de la mítica agrupación, dejó de escuchar para siempre los requintos y solos de Marcovich quien al lado de Saúl Hernández derrochó magia en los escenarios y juntos detuvieron el tiempo hace 34 años, cuando los Caifanes rugieron por primera vez.


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